Estamos en un período perfecto para definir mejor nuestras agendas y dejar espacios abiertos para las cosas sutiles y elevadas. Nuestra percepción de la diferencia entre lo concreto y lo abstracto está acentuada. La mejor forma de sacar provecho de ese inicio de año es ajustar, realmente, los compromisos de forma que las brechas para la meditación o la espiritualidad esté garantizada. Nuestras sensibilidad está constructivamente potencializada. Sin embargo, la decisión de manifestar lo que es meramente potencial es nuestra y siempre es necesario tomar alguna actitud para que se manifieste.
Es un buen momento para disfrutar de cualquier tipo de arte. La propuesta es sutilizar, perfeccionar, sofisticar nuestra visión del mundo. ¿Algún cuidado para ahora? Sólo para no intentar controlar demasiado las cosas. Además de eso, disfrutar de la vida y del mundo.